Al momento de elegir la ropa para el bebé, el mercado ofrece múltiples opciones. Pensar qué indumentaria llevará y comprarla suele ser una actividad divertida y casi siempre, placentera. Las texturas, los diseños y las propuestas son tan variadas como hermosas y dan ganas de comprar todo.
Sin embargo, aún con buenas posibilidades económicas no siempre tener mucha ropa es lo adecuado. En general, una compra inteligente es mejor que una ansiosa. Algunas sugerencias para tener en cuenta al momento de armar o completar el armario del bebé.
– Comprar, al menos, un talle más grande. Está comprobado que, durante el primer año de vida, los bebés crecen un promedio de 25 cm. Su crecimiento veloz es un síntoma de salud, algo que alegra a los padres pero su ropa les quede chica en muy poco tiempo, situación que ya no les gusta tanto. Por eso, lo mejor es que lleven prendas más holgadas que ajustadas. No solo les permiten movimientos más cómodos, también garantizan que se pueden usar un poco más.
– Decidirse por pijamitas, enteritos y ositos que se puedan cerrar en las entrepiernas del bebé. A la hora de cambiar los pañales son mucho más prácticos ya que solo será necesario desvestirlos de la cintura para abajo. Esto resulta más cómodo para cambiador y cambiado.
– En la medida de lo posible lo aconsejable es elegir un ajuar preferentemente de algodón. Este material evita posibles alergias o eczemas en la piel. Su textura además reduce el riesgo por las molestias derivadas de su contacto.
-Mirar qué tipo de broches lleva la prenda. Si son de plástico recordar que muchos se derriten al pasarles la plancha. Las camisetas y buzos es preferible que tengan broches en el cuello así será más fácil que pase la cabeza del bebé.
-Es preferible evitar botones y cierres. Las cinturas con tela elástica se adaptan mejor a cada cuerpo y nos dan la certeza de que no los incomodan.
-Para abrigarlos, muchos papás prefieren los bodies a las camisetas. Los eligen porque quedan siempre dentro del pantalón o falda y evitan enfriamientos.
-A medida que el bebé crezca, los pantalones y faldas con cinturas regulables con una fantástica opción. Al traer un elástico con botones en la cintura se van ajustando según el tamaño que se precisa.
– Es importarse leer con cuidado la información que brindan las etiquetas que trae cada prenda. Así sabremos qué tipo de lavado, planchado y producto requieren. Algunas son muy lindas, pero precisan un lavado delicado y a mano y no todos cuentan con el tiempo o la paciencia necesaria para hacerlo.
-Al momento de escoger las medias comprobar que no sean ni muy chicas ni muy grandes, tampoco demasiado gruesas. ¿Cuál es la medida correcta? Las abuelas decían que se obtiene cerrando el puño de la mano del niño. Si desde la punta hasta el talón alcanza para rodearlo es la adecuada. Créase o no es consejo funciona.
-Los bebés ya sabemos se llevan todo a la boca. Por eso, será necesario antes de decidir la compra chequear si algún accesorio resulta riesgoso. Los bordados con lentejuelas, los lazos o pompones suelen ser muy lindos pero también inseguros. Verificar también que no desprendan pelusas.
-Priorizar que el bebé este cómodo. Algunas telas y diseños son muy atractivas pero resultan rígidas e impiden que se mueva con libertad.
– Es común al andar por la calle o subir a un colectivo encontrarse con un zapatito tamaño mini perdido. Los bebés aman andar descalzos y sacarse uno de sus zapatos. Como la estructura ósea no se está desarrollando lo mejor es no ponerle zapatos duros hasta que lo indique el pediatra. Cuando hace frío, lo ideal es dejarlo con medias. También pueden usar zapatos elaborados con materiales blandos. Para cuando empiezan a caminar el mercado ofrece medias con incrustaciones de goma. Son prácticas, cómodas y evitan peligrosos resbalones.
– Sabemos que los chicos mientras son bebés y niños no entran en la categoría “fashion victim”. Una buena idea que nos permitirá ahorrar bastante es aprovechar las liquidaciones de temporada y adquirir prendas de un talle mayor al actual y que sabemos usarán el año siguiente. Si usan talle 1, será cuestión de comprar talle 2. Las grandes marcas ofrecen descuentos y promociones estilo “2 x1” que suelen ser, además de accesibles, muy tentadoras. Cuando empieza la temporada de liquidaciones será el momento ideal para hacerse de prendas clásicas que sabemos que sí o sí usarán al año siguiente. Se pueden comprar camperas y pantalones bien abrigados para el invierno o shorts y remeras para el tiempo cálido.
-Si somos padres primerizos y no tenemos pensado “cerrar la fábrica” o si sabemos que un sobrino o el hijo de un amigo viene en camino es bueno adquirir algunas prendas clásicas e indistintas que otro bebé podrá heredar. Los colores neutros, sin dibujos de súper héroes o estampados que pasan de moda, sirven para otro niño sin que parezcan de descarte.
-Aunque no hayamos tenido mellizos se sabe que los chicos usan algunas prendas al “por mayor”, como los bodies y las camisetas. Algunas marcas y tiendas ofrecen packs de una misma prenda con colores diferentes a precios muy económicos. Otra alternativa es comprar esas prendas en negocios que se dedican a la venta mayorista y que ofrecen muy buenas ofertas.
-Según las posibilidades y características de familia a veces es importante priorizar practicidad y uso. Una campera de cuero talle mini, un jean o un vestido de diseño internacional pueden ser muy lindos y llamativos, pero antes de comprarlos vale la pena preguntarse ¿Cuántas veces lo va a usar? ¿Es necesario ese gasto? La respuesta dependerá de cada familia.
Con Carestino